Camilo defendió a Evaluna de un conductor que se burló de ella, pues el cantante colombiano se enfrentó al presentador español David Broncano que se mofó de la decisión de la hija de Ricardo Montaner, sobre ingerir la placenta producto del parto de Índigo.
Esa intención del presentador de reírse de la madre de su bebé no le hizo nada de gracia a Camilo, por lo que decidió ‘parar en seco’ a su entrevistador.
Todo inició cuando el artista abrió su corazón para hablar del nacimiento de su primogénita, quien llegó a este mundo durante un alumbramiento en casa suscitado en abril de este año.
En un primer momento el músico explicó que él y su pareja conservan el meconio, que es la primer excremento expulsado por los recién nacidos, cuyo color es verdoso y consistencia viscosa.
“El meconio es fascinante, es la primera caca, es muy fantástico y la textura es fantástica (…) Le tomé fotos y todo, les mostraría pero no”, explicó.
Aunque Camilo trataba de mantenerse serio al momento de hablar de su experiencia como padre, los conductores de ‘La Resistencia’ le hacían varias bromas.
El intérprete de ‘Tú, tú’, ‘Vida de rico’, ‘Ropa cara’ y ‘Pegao’ soltó unas cuantas risas, pero se mostró incómodo cuando David Broncano dio a entender que se había hecho unas tostadas con el meconio.
Luego habló de la decisión de Evaluna para ingerir la placenta, noticia que impactó a los internautas desde hace unos días: “A mi esposa le encapsularon la placenta y se la comió”.
“Mi esposa dio a luz en la casa. Entonces la dula, que es la que preparó todo lo de la placenta y la cosa, nos ofrecía y decía ‘¿qué quieren?’. Nos ofrecía toda la gama de las posibilidades”, narró.
Pero el colombiano no pudo evitar ponerse serio y firme al notar que la anécdota era motivo de chistes dirigidos a su esposa: “Tú te ríes, amigo, pero no. Digo, no te rías porque ¡sí! La preparan”, exclamó.
Luego de defender a Evaluna del conductor David Broncano, Camilo contó cómo fue el nacimiento de índigo y cómo eso aumentó su amor hacia su pareja: “El parto fue largo, pero fue precioso. O sea, yo, enamorado de mi esposa: siempre, total y devoto a ella. Pero después del parto, parce, yo… el nivel de respeto aumentó”.
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