La Ciudad de México se prepara para una transformación en su infraestructura urbana con la construcción de la calzada flotante en Tlalpan, un ambicioso corredor peatonal y ciclista que busca mejorar la movilidad y la conectividad en el sur de la capital. Este proyecto, impulsado por la jefa de gobierno Clara Brugada, tiene como objetivo facilitar el desplazamiento de peatones y ciclistas, además de fortalecer la infraestructura en preparación para la Copa Mundial de 2026.
Un proyecto innovador para la capital
El plan contempla la edificación de un corredor peatonal que pasará por encima de la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), acompañado de una ciclovía que conectará hasta las inmediaciones del Estadio Azteca. Con esto, se busca ofrecer alternativas de transporte sustentable, reduciendo la dependencia del automóvil y promoviendo la movilidad activa en la ciudad.
Etapas de construcción y fechas claves
De acuerdo con la Gaceta Oficial de la CDMX, la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) ha publicado la licitación correspondiente para dar inicio al proyecto. Se espera que la construcción comience el 14 de abril de 2025 y que las primeras etapas concluyan el 6 de julio del mismo año. Durante estos 84 días iniciales, se llevarán a cabo estudios geodésicos, topográficos y fotogramétricos para evaluar las condiciones del terreno y planificar la ejecución de la obra.
Posteriormente, en una segunda fase que se extenderá hasta el 11 de agosto de 2025, se realizarán estudios geotécnicos y geofísicos adicionales para asegurar la viabilidad del proyecto. La fecha exacta de inicio de la obra civil aún no ha sido confirmada, pues dependerá de los resultados de estos análisis previos.
Impacto en la movilidad y la infraestructura urbana
Este proyecto representa un avance significativo en la modernización de la movilidad urbana en la Ciudad de México. La calzada flotante no solo mejorará la seguridad y comodidad de peatones y ciclistas, sino que también contribuirá a la reducción de emisiones contaminantes al incentivar medios de transporte sostenibles. Además, su conexión con el Estadio Azteca la convertirá en un punto estratégico para el flujo de personas durante el Mundial de 2026.
Desafíos y expectativas
A pesar de los beneficios que traerá la calzada flotante, su éxito dependerá de una ejecución eficiente y de una planeación adecuada para minimizar afectaciones al tránsito vehicular y al transporte público en la zona. También será fundamental garantizar el mantenimiento adecuado de la infraestructura para que continúe siendo una opción viable a largo plazo.
Con este tipo de iniciativas, la Ciudad de México reafirma su compromiso con una movilidad más equitativa y sustentable, apostando por la transformación de su espacio urbano en beneficio de sus habitantes y visitantes.
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