Los servicios meteorológicos de Hong Kong decretaron la alerta máxima por la llegada del tifón Ragasa a la costa meridional de China, con fuertes vientos y lluvias torrenciales, por lo que ya se alertó a los ciudadanos para que no salgan de sus casas.
El sur de China se paralizó ante la llegada del supertifón, que ya causó al menos dos muertos, derribó árboles y arrancó techos al embestir el norte de Filipinas, donde miles de personas buscaron refugio en escuelas y centros de evacuación.
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