Con la idea de evitar alteraciones al orden público o posibles accidentes que puedan involucrar a la compañía, los más de 60 mil alojamientos de Airbnb que existen en Quintana Roo tienen prohibido a partir de ayer 28 de junio, realizar fiestas dentro de sus espacios, a fin de evitar alteraciones al orden público o posibles accidentes que puedan involucrar a la compañía.
Así lo dio a conocer la empresa con sede en California, a través de un comunicado donde detalló que busca combatir que sus centros de alojamiento se conviertan en bares clandestinos.
El problema ha crecido de manera exponencial desde el inicio de la pandemia, cuando usuarios comenzaron a trasladar a las casas de renta vacacional las reuniones masivas de jóvenes.
De acuerdo con informes del número de emergencias 911 de Quintana Roo, de enero del 2020 a marzo del 2022 fueron reportadas 379 fiestas clandestinas en sitios Airbnb en Tulum, Cancún y Playa del Carmen, las cuales fueron desarticuladas por no respetar las medidas sanitarias, provocar destrozos, alterar el orden público o generar ruido excesivo.
Según la secretaría de Turismo de Quintana Roo, 70% de las unidades de Airbnb se encuentran en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad y Tulum.
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