El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador consideró que no era natural que el José Noriel Portillo Gil, El Chueco, tuviera una vida “tan normal” a pesar de sus antecedentes criminales.
Durante la conferencia mañanera, llamó la atención del Presidente, que el presunto asesino de los sacerdotes jesuitas y de guía de turistas se desenvolviera de manera tranquila en zona de la sierra tarahumara donde incluso patrocina un equipo de béisbol.
“Hay que ver si no había impunidad, protección y acuerdos. Sí vamos a ir a fondo para que se conozca toda la verdad. Es seguro que los propios sacerdotes y las madres que vivían ahí pueden ayudar, además son misioneros, gente que dedica su vida a ayudar a los más desposeídos, a los abonados y débiles”, aseguró.
José Noriel Portillo Gil, El Chueco, acusado por la Fiscalía de Chihuahua del asesinato de los sacerdotes jesuitas y de un guía de turistas es buscado por todos los puntos fronterizos de México y por la patrulla fronteriza de Estados Unidos.
El subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía informó que el Instituto Nacional de Migración emitió una alerta migratoria contra el presunto homicida y se alertó a las autoridades federales de migración en caso de que el presunto criminal intentara evadirse hacia el extranjero.
Por El Chueco la Fiscalía de Justicia de Chihuahua ofrece una recompensa de 5 millones de pesos.
Mejía aseguró que aunque hayan recuperado los cuerpos de los sacerdotes y del guía de turistas no se concluye la investigación.
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