Con mucha alegría fue tomada la noticia de que a partir de hoy, domingo 8 de enero, la tumba del papa emérito Benedicto XVI, quien murió el pasado 31 de diciembre a los 95 años, ya puede ser visitada, ya que la cripta de la basílica de San Pedro del Vaticano se ha abierto al público por primera vez tras el entierro y el funeral del pontífice alemán el pasado jueves.
Fue a las 09:00 horas local cuando se abrió la cripta donde reposan los papas, bajo el suelo de la basílica, y empezaron a entrar los visitantes, en su mayoría curas, monjas y fieles en los primeros minutos tras la apertura, según pudo comprobar EFE.
Los restos del emérito reposan, por su expreso deseo, en la que hasta el 2011 fue tumba de su predecesor, Juan Pablo II, y, como manda la tradición, lo hacen en un féretro triple, uno en madera de ciprés, introducido en uno segundo de zinc y sellado y revestido todo en uno tercero en olmo barnizado.
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