En los años 90, una década marcada por el avance tecnológico y la modernidad, algunas marcas se convirtieron en símbolos para niños y adultos, hasta que cambiaron repentinamente y desaparecieron
Banco Serfín
La banca no es un servicio popular, menos aún en los años 90, pero este banco sigue siendo uno de los mejores. El negocio comenzó en 1932, pero no fue hasta 1970 que los servicios se fusionaron para convertirse en Banca Serfín, nombre que se mantuvo hasta el año 2000, iniciando una nueva transformación hasta convertirse en Santander.
Videocentro
Cuando ir al cine es todo un ritual, la mejor apuesta para quienes prefieren disfrutar de las noches de palomitas en casa es alquilar su película favorita o el VHS del estreno de esta semana en la cadena especializada en salas de cine. Una coalición de varias empresas similares impulsó la marca, que tuvo éxito durante la primera mitad de la década hasta que llegó la competencia, la piratería y las nuevas tecnologías.
K2
Las mueblerías fueron establecimientos que podían ser rentables, y esta tienda fue una de aquellas que se mantuvo presente, aún hasta los últimos años del siglo pasado. Su éxito se mantuvo en los 90’s gracias a la presencia de grandes personalidades de la televisión en sus anuncios, y su estrategia de ventas, por desgracia, no todo es para siempre, y la competencia lo terminó devorando a finales de la década. En 2017, revivió con una tienda ubicada en el Estado de México.
Canadá
En el mundo de los zapatos, no había una marca que llegara a dominar tanto el mercado mexicano como ésta, y a pesar de vivir sus mejores momentos en los 80’s, para los 90’s se mantenía fuerte a través de campañas dedicadas para niños y grandes, no había zapato que no fuera de Canadá. A mediados de la década, con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, llegaría su decadencia, dejando su reinado al borde cuando llegara al 2000, hoy la marca le pertenece a Coppel.
Reino Aventura
Los parques de diversiones siempre han sido una de las principales atracciones para toda la familia, y en la década de 1990 vieron crecer su dominio y también su declive, incluido este enorme complejo de entretenimiento ubicado justo al sur de la Ciudad de México. Keiko, al que calificó como Mejor Atracción, el parque más grande de su tipo en América Latina, desapareció en 2000, aunque fue remodelado para convertirse en Six Flags, pero algunos aún extrañan la esencia de ese parque.
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