El sector privado en México insiste en que no es momento para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, pues consideran “no es tiempo de elevar los costos de las empresas” aunque reconocieron que esta modificación es inminente y es parte del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“No es el momento (de reducir la jornada laboral en México), le quitaríamos un atractivo a las inversiones, ahorita que están llegando (al país) las empresas, vamos a motivarlas”, expresó a medios de comunicación Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), organismo cúpula de la iniciativa privada en el país.
En este sentido, señaló que lo que requieren los trabajadores mexicanos son mejores salarios, por lo que recordó el más reciente acuerdo de incrementar un 20 por ciento el salario mínimo general para el 2024.
Añadió, que lo que requiere el país es competitividad y productividad para que el país se beneficie de la relocalización de las cadenas de proveeduría y empresas hacia México, fenómeno conocido como ‘nearshoring’.
Por su parte, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Esperanza Ortega, defendió que estos cambios son inminentes, dado que forman parte de los acuerdos suscritos por México en el T-MEC.
“No nos negamos los industriales a esta reducción (de la jornada laboral), sabemos que es parte de los acuerdos del T-MEC, como fueron el tema de sindicatos, de (ampliar) las vacaciones, de (aumento a los) salarios”, comentó.
Sin embargo, consideró que la implementación de esta reforma afectará principalmente a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), debido al costo que tendrán que absorber.
Con ella coincidió el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), José Abugaber, quien subrayó que esta modificación legal podría desestabilizar el crecimiento del país y el auge del ‘nearshoring’.
“No creo que sea el momento, tengo fe en que los legisladores lo va a analizar bien por el tema de que no hay mano de obra y de momento está complicado”, abundó.
La presidenta de la Canacintra estimó que para compensar la reducción laboral se requiere empujar la productividad en las industrias.
Por ello, consideró que esta productividad “tendría que elevarse entre un 10 por ciento y 20 por ciento” para que pueda compensar el costo que deberán de absorber las empresas por la reducción de horas de trabajado de sus colaboradores.
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