Luego de registrar en Estados Unidos seis casos que desarrollaron un raro trastorno de coágulos en la sangre, la farmacéutica Janssen, que produce la vacuna de una sola dosis contra el COVID-19 de Johnson&Johnson puso una pausa en su producción, lo que supone un nuevo revés para los esfuerzos por atajar la pandemia.
De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos la vacuna ha sido suministrada a 6.8 millones de personas, sin embargo sólo un reducido número de mujeres entre 18 y 48 años ha presentado casos de trombosis entre 6 y 13 días después de la fecha de vacunación.
Entre los casos reportados, una mujer murió y otra más se encuentra hospitalizada en estado crítico.
Las autoridades sanitarias de EU pidieron a quienes han recibido la vacuna consultar al médico si presentan síntomas como dificultad para respirar, dolor abdominal, inflamación en brazos y piernas y severos dolores de cabeza.
La noticia provocó la caída de las acciones de Janssen en la bolsa de Nueva York y ocurre en un momento en que se registra un repunte de casos de COVID-19 en el mundo debido a las nuevas variantes.
PAUSA NO ALTERA PLANES DE VACUNACIÓN EN EU
Sin embargo, la pausa en el despliegue de la vacuna de Johnson & Johnson para el COVID-19 no retrasará los esfuerzos de inmunización de Estados Unidos, dijo el martes un funcionario de la Casa Blanca, y agregó que el gobierno trabaja para reprogramar vacunaciones con los productos de Pfizer y Moderna.
“Este anuncio no tendrá un impacto significativo en nuestro plan de vacunación”, dijo el coordinador de respuesta COVID-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, en un comunicado.
Agregó que el gobierno está en camino de continuar administrando 3 millones de vacunas por día y cumplir con la meta del presidente Joe Biden de 200 millones de vacunas para su día número 100 en el cargo.
Zients dijo que la pausa se anunció “por precaución” y que Estados Unidos ha asegurado suficientes dosis de Pfizer y Moderna para 300 millones de estadounidenses.
Los funcionarios de salud de Estados Unidos ya habían estado lidiando con retrasos en la producción de la vacuna de J&J luego de problemas con la planta de su socio de fabricación Emergent BioSolutions Inc. en Baltimore.
La compañía ha dicho que planea tener suficientes de las otras dos vacunas para satisfacer la demanda de Estados Unidos a fines de mayo.
Sin embargo, la versión J&J de un solo uso se consideró un aporte importante para llevar la vacuna a poblaciones más difíciles de alcanzar, ya que no requiere almacenamiento en frío ni una segunda cita.
“Esto definitivamente va a causar un efecto dominó”, dijo a CNBC en una entrevista la Dra. Kavita Patel, una médica de atención primaria que se desempeñó como directora de políticas de salud en la Casa Blanca del expresidente Barack Obama.
Además del impacto en la salud pública, el esfuerzo de vacunación también es clave para reactivar la economía de la nación.
La vacuna de J&J estaba en proceso de suministrarse en Europa, sin embargo por el momento su distribución se ha detenido.
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