Conforme pasan los días las esperanzas de encontrar sobrevivientes comienzan a esfumarse a la vez que el número de personas fallecidas crece como resultado de los sismos de Turquía y Siria.
Los temblores en esos países se han convertido en uno de los más mortíferos en décadas en la región, con más de 17 mil 500 fallecidos hasta la actualización de este jueves.
Los equipos de rescate continúan la búsqueda de miles de personas que se sospechan atrapadas entre los escombros, pero el optimismo mengua ante las gélidas temperaturas y la superación del plazo de 72 horas que se considera crucial para salvar vidas.
El balance de muertos no deja de crecer. Los últimos balances lo sitúan en 17 mil 513 fallecidos, 14 mil 351 de ellos en Turquía y 3 mil 162 en Siria.
A ello hay que sumar las pérdidas económicas, que según la agencia de calificación Fitch probablemente pueden “superar los 2 mil millones de dólares” y “podrían alcanzar los 4 mil millones de dólares o más”.
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