Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, rechazó que las manifestaciones de violencia registradas en Jalisco, Guanajuato y este jueves en Ciudad Juárez, Chihuahua, sean actos de terrorismo.
“En principio, hay que entender que el terrorismo se distingue de otras expresiones de violencia porque se trata de actos cuyas motivaciones son políticas. En el caso del crimen organizado en México, sus principales estímulos son de carácter económico”, destacó.
En un texto de su autoría, titulado ‘Una revisión inmediata de la estrategia de seguridad’, publicado en su página web, señaló que aun cuando gobiernos pasados declararon una guerra contra el narcotráfico, este nunca se propuso derrocar a las autoridades legalmente constituidas para establecer un régimen afín a sus intereses.
“Por tanto, estamos ante un fenómeno protagonizado por grupos generadores de violencia, que emplean métodos de intimidación, que no necesariamente corresponden a actos de terrorismo”.
El presidente de la Junta de Coordinación Política recordó que el martes pasado y jueves en un operativo frontal contra grupos del crimen organizado, se vivió una jornada de violencia en diversas localidades de Jalisco, Guanajuato y Chihuahua.
Refirió que en estos hechos se registraron pérdidas humanas y daños en el plano material, que ponen de manifiesto la necesidad de abordar el fenómeno de la inseguridad y la violencia desde una perspectiva integral, que dé como resultado una política de Estado que pacifique a nuestra sociedad.
Dijo que en la discusión pública se ha hablado de la naturaleza de este despliegue de violencia por parte de los grupos del crimen organizado, incluso hay quienes sostienen que se trata de actos de terrorismo. Estos análisis, aseveró, se deben hacer con suma seriedad ya que podrían conducir a un mal diagnóstico de la realidad.
Esta recalibración, señaló, permitió desplegar la estrategia de seguridad en dos frentes:
1.- El combate a las causas de raíz que alimentan la economía criminal y 2.- La actuación del Estado mexicano en circunstancias específicas que hagan posible contener las capacidades físicas del crimen organizado. En consecuencia, cuando el Estado actuó, el crimen organizado reaccionó.
Afirmó que el Estado cuenta con plenas capacidades de actuación, pues el operativo que se condujo en Zapopan, Jalisco, fue resultado de tareas de inteligencia que permitieron ubicar una reunión de cabecillas del crimen organizado.
Asimismo, ante la respuesta desmedida de los grupos del narcotráfico, las fuerzas federales tuvieron la capacidad de evitar que se produjeran pérdidas de vidas humanas y en los días subsecuentes detener a diversas personas involucradas en estos acontecimientos.
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