La aerolínea Aeromar se encamina hacia la quiebra, ya que sobre ella pesa un emplazamiento a huelga para fines de agosto, una deuda que asciende a 72 millones de pesos con los pilotos y una escasez de inversión desde 2017.
Durante la Asamblea General de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), los pilotos hicieron un llamado al gobierno federal para evitar que, una vez más, un empresario afecte la operación de una aerolínea.
Al respecto, el subsecretario de Infraestructura y Transporte, Rogelio Jiménez Pons, dijo que la problemática de Aeromar es muy compleja y externó: “Hay mucha responsabilidad con los trabajadores, es una planta de más de mil 200 personas y hay que atenderlo. Es una preocupación, pero hay que dejar que respondan los empresarios”.
De acuerdo con ASPA, la familia Katz no ha invertido en la aerolínea desde 2017 y tiene deudas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y trabajadores.
José Humberto Gual, secretario general de ASPA, dijo que los dueños de la aerolínea han desatendido sus obligaciones fiscales, laborales e incluso el pago de combustible.
ASPA pide no quitarle la deuda a la familia, sino que, como con Aerovías de México (Aeroméxico), tomar la línea con participación del gobierno y volver con otro nombre.
“(Aeromar) puede ser la detonante para un aeropuerto como el Felipe Ángeles, ya que tiene una conectividad de una aerolínea regional”, agregó.
Aeromar cuenta con 20% de los slots (horarios de aterrizaje y despegue) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y emplea a 118 pilotos.
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