Un ventilador sucio da muy mala imagen a las recamaras o salas, por ello es importante mantenerlos limpios, por esa razón, te damos cuatro sencillos pasos para que puedas limpiarlos sin ningún problema, pero es importante que no olvides que antes de comenzar, por seguridad, debes asegurarte que tu ventilador este desconectado de la corriente eléctrica.
Desarma las piezas plásticas
Usa un destornillador para remover los tornillos que unen las piezas del ventilador. Normalmente primero se quita la rejilla delantera, luego el tope que sujeta las aspas y, finalmente, la rejilla trasera. Dependiendo del ventilador, el orden puede variar.
Lava las piezas plásticas
Humedece un paño suave en agua tibia con jabón líquido y limpia muy bien cada una de las piezas del ventilador. Puedes usar un cepillo o esponja para limpiar las zonas más sucias. Para limpiar la base del ventilador puedes usar un paño humedecido en agua tibia.
Seca correctamente cada una de las piezas
Pon las partes limpias sobre una toalla para que se escurran. Si es posible, ponlas al sol durante unos minutos para que se sequen a profundidad. Luego utiliza un paño seco para terminar de secar la superficie de las piezas de tu ventilador.
Vuelve a armar el ventilador
Para terminar, vuelve a poner cada pieza en su lugar, en el orden en que las desmontaste, ten especial cuidado al poner correctamente los tornillos, para evitar que el ventilador quede vibrando o haciendo ruidos cuando lo vuelvas a utilizar.
Recuerda que la mayoría de los ventiladores cuentan con piezas plásticas para evitar la oxidación y para facilitar su limpieza.
Comentarios
0 comentarios