Los gatos domésticos son animales muy caseros y territoriales que necesitan un espacio adecuado a cada una de sus actividades vitales, ya sea comer, dormir y, por supuesto, hacer sus necesidades. A pesar de que son unas de las mascotas más limpias e independientes, puesto que no es necesario sacarles a la calle para que hagan sus deposiciones, existen varios motivos por los que podrían orinar fuera de su arenero.
Su fortísimo olor a amoniaco puede penetrar en diferentes lugares de la casa con los consiguientes problemas de higiene que puede acarrear, por lo que hay que actuar rápidamente.
Pero ¿cómo eliminarlo de una manera efectiva para que desaparezca sin dejar rastro sobre alfombras, camas, sofás o cualquier otra superficie? Estos sencillos remedios caseros facilitarán la tarea.
Secar y limpiar bien la zona
Será suficiente con colocar varios trozos de papel de cocina sobre la mancha, ejerciendo un poco de presión sobre ellos hasta que no absorba más líquido. En el caso de que el suelo sea la zona afectada, después de secar, se puede fregar con el limpiador habitual o con una mezcla de agua oxigenada, bicarbonato y lavavajillas.
Vinagre, limón y bicarbonato contra el mal olor
Si no se dispone de un producto específico de los que hay en el mercado, estos tres ingredientes básicos en cualquier despensa pueden convertirse en los grandes aliados para eliminar el hedor de la orina, sobre todo en tejidos. Tanto el vinagre, como el limón y el bicarbonato tienen un gran poder abrasivo, muy útil para matar las bacterias que provocan el mal olor y, además, ejercen como excelentes desodorantes naturales. Su modo de empleo consiste en diluirlos en agua, para evitar que su acidez dañe algunos materiales o superficies, y aplicarlos directamente o frotando con un paño sobre la zona afectada. Incluso, se pueden combinar entre ellos para potenciar su eficacia.
Detergentes con oxígeno activo
Aunque su procedencia no es natural, se trata de otro producto que nunca falta en cualquier hogar, por lo que puede sacar de un apuro en un momento dado. El oxigeno activo es un blanqueador que necesita ponerse en contacto con agua para reaccionar, liberando un oxigeno con gran capacidad para penetrar en los tejidos, lo que permite descomponer manchas y matar los gérmenes que provocan el mal olor.
Higiene diaria del arenero
En el caso de que la pestilencia provenga del propio arenero, la mejor estrategia consiste en la limpieza diaria para evitar el cúmulo de bacterias y olores. Para lavarlo, es suficiente emplear una mezcla de agua y jabón líquido. Una vez limpio y seco, aplicar una fina capa de serrín de pino que actúe como base absorbente; a continuación, poner la arena o sepiolita absorbente que se use de manera habitual. Para finalizar, es conveniente aplicar un neutralizador de olores (se puede hacer casero a base de cascaras de cítricos, ricas en aceites esenciales) para garantizar una fragancia agradable y ayudar a mantener la tierra limpia durante más tiempo.
ahora ya sabes como lidiar con éste problema cuando se presente en tu hogar.
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