Hoy domingo se registró la evacuación de casi un millón de personas en Filipinas, donde los niveles de los causes comenzaron a subir ante la llegada del supertifón Fung-wong, que deberá tocar tierra por la noche en la costa este, mientras el país se recupera de otro fenómeno similar que dejó 224 muertos en su paso hace unos días.
La tormenta llega al sudeste asiático pocos días después de que el tifón Kalmaegi causara devastación, y avanza en sentido oeste con vientos de 185 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 230 km/h, indicó el servicio meteorológico estatal.
Escuelas y oficinas gubernamentales estarán cerradas el lunes 10 de noviembre en la isla principal de Luzón, incluida la capital Manila, donde unos 300 vuelos han sido cancelados hasta ahora.
Catanduanes, una pequeña isla que podría ser golpeada directamente por Fung-wong, enfrentó la mañana del domingo fuertes vientos y lluvias, con intensas oleadas y con inundaciones en algunas zonas.
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