La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el Gobierno de México mantiene una postura firme frente a las agencias de seguridad extranjeras, en especial la La Administración de Control de Droga (DEA por sus siglas en inglés) tras el caso del general Salvador Cienfuegos.
El episodio, ocurrido en 2020, marcó un punto de inflexión en la relación bilateral en materia de seguridad.
Desde entonces, el Estado mexicano reformó la Ley de Seguridad Nacional, cerró la Unidad de Investigación Sensible de la DEA en el país y se desvinculó de la Iniciativa Mérida.
La mandataria subrayó que las operaciones contra el crimen organizado son competencia exclusiva de las autoridades mexicanas y que cualquier colaboración internacional debe respetar la soberanía nacional.
Sheinbaum desmintió la existencia de acuerdos operativos con la DEA, como el llamado “Proyecto Portero” y cuestionó la intención de la agencia al difundir información imprecisa sobre supuestas acciones conjuntas en la frontera.
“No hay subordinación. Hay coordinación, pero bajo nuestras reglas”, afirmó.
Comentarios
0 comentarios
