El reciente terremoto de magnitud 8.8 que sacudió la península rusa de Kamchatka ha vuelto a poner en el centro del debate las famosas predicciones de Nostradamus.
Este potente sismo desató una alerta de tsunami que afectó costas del Pacífico, generando una ola de especulaciones sobre si Michel de Nôtre-Dame, el vidente francés del siglo XVI, había anticipado este evento en sus enigmáticas profecías.
El sismo ocurrido en Kamchatka es el más fuerte registrado en esa región desde 1952 y uno de los más intensos en todo el mundo en décadas recientes. Las olas generadas alcanzaron hasta cuatro metros de altura, especialmente en el archipiélago de las Kuriles, donde causaron daños en la infraestructura portuaria de Sévero-Kurilsk y obligaron a evacuar a unas 2,700 personas.
Además, un segundo sismo de magnitud 6.2 sacudió la zona horas después, manteniendo la alerta y la vigilancia en varias costas del Pacífico, incluyendo América Latina y Hawái. En este último, el retroceso visible del mar provocó evacuaciones preventivas ante el temor de un tsunami.
Nostradamus y el año 2025: ¿qué predijo sobre desastres naturales?
Las profecías de Nostradamus no suelen incluir fechas específicas, pero su libro “Las Centurias” ha sido objeto de múltiples interpretaciones a lo largo de los siglos. En relación con 2025, varios expertos y aficionados al ocultismo señalan un pasaje que parece describir un gran desastre natural centrado en la región del Pacífico:
“Gran temblor en la tierra del sol naciente, seguido del rugido del agua.”
Este verso ha sido interpretado tradicionalmente como una referencia a Japón, conocida como la “tierra del sol naciente”, pero tras el terremoto en Kamchatka, algunos sugieren que podría extenderse a la región sísmica que rodea la costa este de Rusia. La mención del “rugido del agua” es vista como una posible alusión a un tsunami devastador, un fenómeno que las autoridades monitorean constantemente tras el evento.
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