Édgar Ponce fue una promesa del entretenimiento mexicano que comenzaba a consolidarse en la primera década de los 2000. Su nombre resonaba gracias a su participación en Solo para Mujeres, una producción que revolucionó el concepto del espectáculo masculino en el país.
Pero detrás del brillo y la fama, una tragedia se gestaba silenciosamente. Una decisión tomada en medio del cansancio, la presión de producción y la aparente rutina del trabajo artístico acabó con su vida. Y según revelaciones recientes, quizás Édgar lo presentía.
Años después de aquel trágico accidente, una docuserie que reúne al elenco original de Solo para Mujeres ha reavivado el dolor de la pérdida y, al mismo tiempo, revelado nuevos detalles sobre lo que realmente ocurrió aquella noche.
En uno de los episodios, los participantes recuerdan un viaje reciente que habían hecho a Cancún. El motivo: una sesión fotográfica para la portada de una revista. Fue un día largo, de trabajo intenso, que terminó entrada la noche en el aeropuerto. Estaban agotados. Fue entonces cuando, al encender sus celulares, todos recibieron un mensaje que, visto en retrospectiva, cambiaría el curso de sus vidas.
“A la siguiente semana nos mandan a Cancún porque íbamos a hacer unas fotos para la portada de una revista, llegamos al aeropuerto, eran como las 10 u 11 de la noche, todos venían cansados de hacer las fotos y cuando prendemos nuestros celulares, había un mensaje de ‘quién sabía manejar moto’ y todos pusimos que sí”, relató uno de los integrantes.
A la salida del aeropuerto ya los esperaban camionetas de producción. Sin previo aviso, serían trasladados a Televisa para grabar un promocional de última hora. Según cuenta Alexis Ayala, ya todo estaba listo: cámaras, equipo, producción, y la presión de cumplir con un compromiso aparentemente rutinario.
Pero Édgar Ponce no estaba cómodo. No quería participar en la grabación. Algo en su interior lo hacía dudar, y no era un simple capricho. Días antes había sufrido una caída en motocicleta en la carretera de Cuernavaca. Su cuerpo aún resentía el impacto. Su mente, más aún.
“Me había platicado Edgar, me dijo: ‘Uli, yo no me siento con confianza de subirme a las motos, hace 15 días en la carretera de Cuernavaca me caí de la moto’. Y le dije: ‘Las circunstancias son distintas, te van a ir cuidando’”, reveló uno de sus compañeros en la docuserie.
Pese a sus reservas, Ponce fue convencido de unirse al convoy.
Otro dato fue la decisión de no utilizar cascos durante la grabación. ¿La razón? Las tomas estaban diseñadas para presentar claramente el rostro de cada integrante.
“Todos pónganse sus vestuarios y pónganse así, y si nos poníamos casco no nos íbamos a ver, y era la presentación de cada uno, por eso no llevábamos casco”, explicaron.
Esta elección estética eliminó una de las principales protecciones en un trayecto sobre motocicleta. Como si fuera poco, el convoy sufrió una falla logística crítica: el automóvil que debía escoltarlos por detrás se desvió del camino debido a una avería en la moto de Poncho de Nigris. El grupo quedó desprotegido en plena vía pública.
Fue entonces cuando ocurrió el accidente.
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