El 4 de mayo de 2025, el mundo del automovilismo perdió a una de sus figuras más representativas: Jochen Mass. A los 78 años, el piloto alemán, que dejó una huella imborrable en diversas disciplinas del automovilismo, falleció, dejando atrás una carrera llena de logros en circuitos de todo el mundo.
Con una carrera que abarcó desde la Fórmula 1 hasta competiciones de resistencia, Mass vivió su época dorada en las décadas de 1970 a 1990. Uno de los logros más destacados de su trayectoria fue su victoria en las 24 Horas de Le Mans de 1989, donde, al volante del Sauber-Mercedes C9, logró un triunfo que marcó un antes y un después en la historia reciente de la marca Mercedes-Benz.

De la Fórmula 1 a la resistencia
Nacido en Dorfen, Alemania, en 1946, Jochen Mass comenzó su carrera en el automovilismo a finales de la década de 1960. Antes de llegar a la Fórmula 1, tuvo una notable participación en competiciones de turismo, logrando victorias en pruebas como las 24 Horas de Spa-Francorchamps en 1972. A mediados de los 70, se integró a la Fórmula 1, donde corrió con los equipos McLaren y Arrows, logrando un total de ocho podios y una victoria en el Gran Premio de España de 1975. Durante su tiempo en la categoría, acumuló 71 puntos en el Campeonato Mundial, convirtiéndose en uno de los pilotos más destacados de su generación.
Su paso por la Fórmula 1, sin embargo, no fue el único capítulo importante de su carrera. En 1989, Mass alcanzó la gloria en las 24 Horas de Le Mans, una de las competiciones más exigentes del mundo. Junto a Manuel Reuter y Stanley Dickens, se consagró como campeón en una de las ediciones más memorables de la historia de la carrera, al volante del Sauber-Mercedes C9, un vehículo que representó el retorno de Mercedes-Benz a la competencia después de muchos años.

La mentoría y su vínculo con Mercedes-Benz
El retiro de Mass de las competiciones activas no significó su despedida del automovilismo. En 1990, asumió el rol de mentor del equipo Mercedes-Benz Junior, guiando a tres futuros campeones: Michael Schumacher, Karl Wendlinger y Heinz-Harald Frentzen. Durante la temporada de 1990 en el Grupo C, Mass compartió el Mercedes-Benz C11 con los jóvenes pilotos, logrando importantes victorias en el proceso.
Además de su trabajo como mentor, Mass continuó siendo una figura central en el ámbito de las competiciones históricas. A lo largo de los años, participó en eventos como la Mille Miglia, conduciendo vehículos emblemáticos de la marca Mercedes-Benz. Su presencia en estos eventos, como embajador de Mercedes-Benz Classic, le permitió seguir transmitiendo su pasión por el automovilismo a nuevas generaciones de aficionados.
El regreso al automovilismo clásico
A lo largo de su vida, Mass se mantuvo cercano a Mercedes-Benz, participando regularmente en el Festival de Velocidad de Goodwood y en otros eventos de automovilismo clásico. En estos encuentros, conducía vehículos históricos de la marca, como el Mercedes-Benz 300 SLR y el C11, reviviendo momentos memorables de la historia de las carreras. En su participación en el Festival de Goodwood de 2024, Mass reflexionó sobre el legado del automovilismo clásico y cómo estos vehículos siguen siendo una fuente de inspiración para los aficionados.
El fin de una era
Con la muerte de Jochen Mass, se cierra un capítulo fundamental en la historia del automovilismo. Su legado, sin embargo, perdura en los recuerdos de aquellos que lo vieron competir y en los coches históricos que ayudó a revivir. Mass fue un hombre cuya vida estuvo dedicada a las carreras, no solo como piloto, sino también como mentor y embajador de la marca que lo acompañó a lo largo de su carrera.
En su despedida, el automovilismo pierde a uno de sus grandes referentes, pero su impacto en la historia del deporte continuará siendo recordado por su profesionalismo, sus logros y su dedicación al automovilismo.
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