La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) expresó su profunda preocupación por la seguridad de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas en Jalisco, luego del asesinato de María del Carmen Morales, miembro de Guerreros Buscadores de Jalisco, y de su hijo Jaime Daniel Ramírez. El organismo emitió medidas cautelares dirigidas a los integrantes del colectivo y alertó sobre la “preocupante situación de riesgo” que enfrentan.
En un comunicado, la CNDH lamentó los asesinatos, calificándolos como una “subsistencia de agresiones y atentados” contra miembros de Guerreros Buscadores. Exigió la intervención urgente de autoridades estatales y federales, incluyendo la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco y el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, con el objetivo de garantizar la seguridad de la familia de las víctimas y de los demás integrantes del colectivo.
La CNDH reconoció la labor del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, que recientemente dio a conocer el hallazgo de restos humanos calcinados en el Rancho Izaguirre en Teuchitlán. El organismo señaló que:
“Con motivo de su lucha de acceso a la justicia y a la verdad, continúan siendo objeto de agresiones que los colocan en una grave situación de riesgo”.
Ante este panorama, la CNDH hizo un “llamado urgente a las autoridades investigadoras y persecutoras del delito a fin de que esclarezcan con celeridad este lamentable homicidio, así como las agresiones y atentados que han sufrido otras personas integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco”.
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