El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para desplegar mil 500 efectivos militares en la frontera con México, marcando un paso clave en su promesa de reforzar la seguridad fronteriza y frenar el paso de migrantes.
Esta decisión responde a uno de los compromisos más reiterados por el mandatario durante su campaña, en la que aseguró que pondría en marcha acciones contundentes para asegurar la frontera sur del país.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó en declaraciones a la prensa que el presidente cumplía con una de sus promesas más importantes.
«Esto es algo por lo que Trump hizo campaña. El pueblo estadounidense estaba esperando un momento como este, en el que el Departamento de Defensa tome en serio la seguridad nacional. Es una prioridad número uno para el pueblo estadounidense, y el presidente ya ha cumplido», afirmó Leavitt, subrayando la relevancia de la medida.
El despliegue de los mil 500 militares se suma a los 2 mil 200 efectivos ya presentes en la frontera como parte de la Joint Task Force, así como a los 4 mil 500 reservistas de la Guardia Nacional de Texas que desde hace tiempo colaboran con las labores de seguridad fronteriza.
Estos nuevos efectivos no estarán involucrados directamente en la seguridad policial o la detención de migrantes, sino que se enfocarán en tareas de apoyo logístico y administrativo, como el mantenimiento de vehículos y la gestión de datos, tareas que complementarán las funciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
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