La mañana del 30 de julio de 2024, los corazones de millones de mexicanos latieron al unísono para apoyar a Prisca Awiti, una judoca que hizo historia en los Juegos Olímpicos al convertirse en la primera mexicana en ganar una medalla en esta disciplina. Con solo 28 años, Prisca logró la medalla de plata en la categoría de -63 kilogramos, un logro que no solo resalta su habilidad y dedicación, sino también la profunda conexión que siente con México.
Pero, ¿qué motivó a Prisca Awiti a representar al país latinoamericano en lugar de su país natal, el Reino Unido? A continuación, desglosamos los factores que llevaron a esta decisión tan significativa.
Prisca Awiti nació en Londres, hija de una madre mexicana y un padre keniano. Aunque inicialmente intentó representar al Reino Unido en la gimnasia a nivel sub-12, pronto se inclinó por el judo, inspirado en su hermano mayor, Philip Awiti, un judoca destacado que ganó medallas en Grand Slam y compitió en mundiales. La influencia de Philip fue crucial en el desarrollo de Prisca como atleta. Ella misma lo ha descrito como una inspiración que la motivó a seguir sus pasos y a superar desafíos en su carrera.
El sueño olímpico de Prisca comenzó a tomar forma cuando, en 2012, asistió a los Juegos Olímpicos de Londres. Allí vio a Gemma Gibbons de Gran Bretaña ganar la plata y sintió una fuerte convicción de que quería estar en ese escenario algún día. Desde entonces, su objetivo era claro: convertirse en una judoca de renombre a nivel internacional.
La decisión de representar a México
Aunque Prisca comenzó su carrera deportiva representando al Reino Unido, su corazón y su identidad siempre tuvieron una conexión especial con México. La decisión de cambiar su representación nacional se basó en varios factores emocionales y personales.
En una entrevista para la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) antes de los Juegos Olímpicos de París 2024, Prisca compartió sus sentimientos hacia México:
“En México yo he encontrado alegría. Creo que aquí luchan con su corazón y lo hacen por su país. Es algo que me ha encantado de aquí, porque lo hacen en los combates, entrenamientos y en todo lo demás.”
Prisca explicó que su decisión no fue motivada por razones económicas, sino por un deseo genuino de contribuir al éxito de México. Según ella, la pasión y el espíritu de mejora que experimentó en México la impulsaron a representar al país con orgullo.
“Sentí un fuego en el corazón de que queríamos mejorar y hacer bien. No es por dinero u otra razón externa, sino porque queremos ver el país mejorar”, comentó Prisca.
El 30 de julio de 2024, Prisca Awiti subió al podio olímpico con la medalla de plata, un logro histórico que consolidó su posición como la segunda mejor judoca del mundo. Para ella, este éxito no solo representa la culminación de años de arduo trabajo y dedicación, sino también una prueba de que su elección de representar a México fue la correcta.
“Le podría decir a mi yo de niña que lo logramos, que valió la pena todo lo que pasamos, lo bueno y lo malo. Que la felicito por no rendirse en ningún momento y seguir adelante, dar todo en cada momento”, dijo.
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