En uno de los episodios más graves de concentraciones de polvo y arena de los últimos seis años es el que está sufriendo Grecia, incluida su capital Atenas, ya que nubes de polvo del desierto del Sahara han teñido por completo de naranja los cielos en la parte sur del país.
Éste fenómeno ha paralizado muchas de sus actividades económicas, académicas y sociales, además de afectaciones en el tema turístico.
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