La cantante Shakira dejó por un rato sus problemas personales y legales y se fue como cualquier mamá, a disfrutar de un juego de beisbol de su hij0 Milán, por lo que se le vio gritándole y echándole porras cada vez que tenía turno al bat, demostrando que cuando se trata de ser mamá se quita el traje de famosa.
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