Fumio Kishida fue investido como nuevo primer ministro de Japón tras vencer en las primarias del partido gobernante, y conformó un Gobierno continuista con el que tratará de revalidar su poder en las elecciones generales previstas a fin de mes.
Kishida sucede a Yoshihide Suga, quien apenas estuvo un año en el cargo antes de renunciar a la reelección debido a su crisis de popularidad y, según se desprende de sus primeras palabras y gestos en el cargo, apostará por la estabilidad en todas las áreas de la política nacional aunque con retoques económicos en mente a medio plazo.
El nuevo primer ministro nipón, de 64 años y el número 100 en la historia del Japón democrático, tendrá como máximas prioridades mantener la pandemia a raya y mitigar su impacto económico, y contará con menos de un mes para ganarse el apoyo de los japoneses para los comicios generales que se celebrarán el día 31.
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