Hoy se sabe, de acuerdo a los informes entregados, que los hechos ocurridos la tarde del 27 de febrero en San José de Gracia, Michoacán, revelan que las autoridades locales sí advirtieron la presencia del comando antes de la masacre durante un velorio, sin que hicieran nada para evitarlo.
De acuerdo con la bitácora de la Policía Municipal de Marcos Castellanos, de las 16:25 horas del día de los hechos, señala que alrededor de 20 camionetas con hombres armados fueron vistas cuando se dirigían a San José de Gracia, minutos después, a las 16:39 horas, el convoy fue interceptado por policías, quienes los dejaron avanzar porque los hombres armados los superaban en número y fuerza.
El subdirector de la Policía Municipal, Omar Alejandro Chávez, decidió concentrar a los elementos en la base ya que solo contaba con dos unidades y seis elementos, indica la bitácora. La situación fue notificada al secretario de Seguridad Pública de Michoacán, José Alfredo Ortega, hasta las 17:20 horas.
El presidente municipal de Marcos Castellanos, Jorge Anguiano, reconoció que la policía local está conformada por pocos elementos y que trabaja con equipo precario, señalando que «No están desprotegidos totalmente, pero no tienen tampoco todo lo necesario y menos para encarar a un grupo como el que estaba ahí”, señaló.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del Gobierno Federal el multihomicidioen San José de Gracia obedeció a una disputa personal entre miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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