El nombre de Sheyla Tadeo ha acaparado titulares tras revelar los detalles de su transformación física, que incluye la pérdida de 58 kilos.
Más allá del cambio visible, la actriz y cantante también ha llamado la atención al donar piel luego de una cirugía reconstructiva.
Sheyla explicó en entrevista con Mara Patricia Castañeda que su decisión de cambiar su estilo de vida estuvo marcada por años de críticas hacia su físico.
Durante la conversación, la artista compartió que llegó a pesar hasta 137 kilos, situación que derivó en múltiples agresiones verbales y comentarios en su contra, tanto en medios como en redes sociales.
Esta presión social fue uno de los principales factores que la motivaron a realizar un cambio:
“No me gusta que me etiqueten ni que hablen solo de mi peso. Yo puedo hablar de muchas cosas, y el peso no me define”, dijo.
También reflexionó sobre los prejuicios que persisten hacia las personas con sobrepeso:
“Creo que no lo piensan. Hasta puede ser algo cultural; puede venir de ahí la raíz de que no se acepte a las personas que son diferentes a un estereotipo ‘normal’”.
El procedimiento quirúrgico y la donación de piel
Como parte del proceso para alcanzar su meta de salud, Sheyla se sometió a una lipectomía parcial, una cirugía estética y reconstructiva que permite eliminar el exceso de piel tras una pérdida de peso considerable. Esta intervención fue realizada por el cirujano plástico Alejandro Andrade.
Lo relevante de esta cirugía no fue solo el resultado físico. Sheyla Tadeo decidió donar aproximadamente 8.5 kilos de piel extraída durante el procedimiento, con el objetivo de ayudar a niños con quemaduras y a personas con pie diabético.
“Me hice una parcial lipectomía, con el doctor Alejandro Andrade, cirujano plástico reconstructor, y dentro de esta cirugía doné la piel que me quitaron”.
De acuerdo con su testimonio, su médico le explicó que su piel podía ser utilizada en injertos para pacientes con quemaduras graves, lo cual impulsó su decisión:
“La verdad no fue algo para pensarlo dos veces, porque mi piel era factible para un procedimiento de injertos. Estuviera mal si no hubiera dicho que sí”.
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