Tom Cruise volvió a hacer de las suyas en la Ciudad de México, esta vez para decirle adiós a uno de sus personajes más icónicos: Ethan Hunt, en la premiere latinoamericana de «Misión Imposible: La Sentencia Final». Este nuevo capítulo no solo marca el cierre de una de las franquicias más legendarias del cine de acción, sino también rinde homenaje a los más de 30 años de hazañas, adrenalina y pasión por el séptimo arte que Cruise ha regalado a sus fans.
Desde que llegó al Auditorio Nacional en una camioneta negra, Tom desató la locura: se subió al toldo para saludar al público como toda una estrella de rock, provocando una ovación que hizo temblar el recinto.
Con su energía de siempre, recorrió la alfombra roja sin prisa, dedicando más de dos horas a firmar autógrafos, tomarse selfies y dar las gracias con sonrisas y apretones de manos. No hubo barreras entre él y los fans: el protagonista de «Top Gun» demostró una vez más que su vínculo con la audiencia no termina cuando se apagan las luces del cine.
Esta despedida de Ethan Hunt se vive con emoción, pero también con orgullo. Porque Tom Cruise no solo redefine el cine de acción, también redefine lo que significa ser una verdadera leyenda de Hollywood.
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