Con el Tourbillon, Bugatti no solo presenta un nuevo modelo dentro de su catálogo de alto rendimiento. Propone una nueva forma de entender la relación entre diseño, tecnología y propietario. La marca redefine la experiencia de configuración para convertirla en un proceso creativo, donde el automóvil no se compra: se construye pieza por pieza, a partir del gusto individual.
Un configurador que transforma la experiencia
Para esta nueva etapa, Bugatti ha desarrollado una herramienta digital que permite modificar con precisión casi cada aspecto del vehículo. El configurador no solo es funcional, también propone una forma de explorar posibilidades visuales, materiales y técnicas en tiempo real. Esta plataforma representa el punto de partida de un proceso que lleva la personalización más allá de lo habitual.
Un primer acercamiento físico
Cada cliente recibe una caja de presentación denominada Lookbox, que contiene siete configuraciones iniciales y más de 40 impresiones de alta calidad. Esta caja no es definitiva, sino un punto de partida para decidir cómo se verá y sentirá el Tourbillon de cada propietario.

Diseño exterior: nuevos colores y materiales
Para la carrocería, Bugatti desarrolló 23 tonos completamente nuevos, disponibles en acabados mate, metálico y brillante. También se ofrecen distintas tramas de fibra de carbono, seleccionadas para resaltar la forma del vehículo. Las ruedas pueden personalizarse en distintos cortes y acabados, y hay nueve colores disponibles para las pinzas de freno.
Interior: un estudio móvil diseñado al gusto
El nivel de personalización interior es aún más amplio. Se han creado veinte opciones de cuero, diez colores de Alcantara, siete tipos de alfombra, ocho tonalidades para cinturones de seguridad y múltiples combinaciones de fibra de carbono y molduras. Entre las novedades destaca la opción de asientos Couture, que equilibra confort y trabajo artesanal.

Tres formas de configurar el vehículo
La configuración puede realizarse en espacios especializados dentro de la red global de distribuidores, mediante un kit de viaje que permite llevar muestras físicas hasta el cliente, o directamente en la sede de Bugatti en Molsheim, donde el proceso se vuelve una experiencia presencial e inmersiva.
Sur Mesure: personalización que cuenta historias
Para quienes buscan ir más allá, Bugatti ofrece el programa Sur Mesure. Este permite realizar solicitudes específicas como logotipos personales, combinaciones de color únicas, bordados personalizados o interiores basados en elementos personales como una prenda o cosmético. Cada propuesta es evaluada por los equipos de ingeniería y diseño antes de integrarse al vehículo final.
Más que un automóvil: una declaración personal
En palabras de Hendrik Malinowski, director general de Bugatti, el Tourbillon representa el inicio de una nueva era: no solo por sus capacidades mecánicas, sino por la libertad que ofrece al cliente para definir cómo será su vehículo en cada detalle. En este modelo, cada elección importa, y cada automóvil es el reflejo de quien lo encarga.
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