Juan Gabriel no solo marcó al mundo con su impresionante talento y su presencia arrolladora en los escenarios, también estuvo rodeado de controversias que marcaron su vida personal y su carrera, siendo una de las más comentadas su conflicto con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México.
Durante años, el «Divo de Juárez» fue señalado por evadir impuestos, lo que llevó a que su deuda con Hacienda ascendiera a más de 35 millones de pesos. Este escándalo fiscal, que se convirtió en uno de los temas más mediáticos de su carrera, dejó varias interrogantes sobre la verdadera razón detrás de la evasión fiscal del cantante.
A finales de la década de 1990, se destaparon irregularidades fiscales relacionadas con las finanzas personales de Juan Gabriel y con la gestión de su empresa discográfica. En ese entonces, el SAT comenzó a investigar al cantante, ya que detectaron que no se estaban reportando todos sus ingresos, lo que derivó en un adeudo millonario con el fisco mexicano. Según las autoridades fiscales, el monto total de la deuda de Juan Gabriel superaba los 35 millones de pesos debido a impuestos no pagados.
La noticia generó un escándalo considerable. Durante años, los rumores sobre su situación fiscal no cesaron, y la prensa siguió de cerca cada detalle del caso. A pesar de los señalamientos, Juan Gabriel se defendió públicamente y negó cualquier intento de evasión. A lo largo de diversas entrevistas, el cantante aseguró que todo se trataba de un malentendido, una confusión relacionada con su complicada estructura financiera. De acuerdo con su versión, gran parte de sus ingresos provenían de negocios internacionales, lo que dificultaba la trazabilidad exacta de sus finanzas.
El SAT no aceptó las explicaciones de Juan Gabriel y, a pesar de sus esfuerzos por resolver la situación, el caso continuó siendo un tema candente en los medios. El cantante, que ya era una leyenda de la música mexicana, continuó trabajando intensamente en su carrera, realizando giras y presentaciones por todo el país y el extranjero. Durante todo este tiempo, el «Divo de Juárez» defendió su postura y reiteró su confianza en que sus abogados resolverían el asunto.
Poco después, se llegó a un acuerdo con el fisco, lo que permitió que Juan Gabriel pudiera saldar parte de su deuda y evitar consecuencias legales más graves, como el embargo de sus bienes. Sin embargo, la deuda pendiente y las irregularidades fiscales nunca fueron completamente aclaradas ante el público.
Uno de los aspectos más curiosos del caso fue la forma en que Juan Gabriel veía su deuda con Hacienda. En una entrevista, Eugenio Martínez, apoderado de Juan Gabriel, reveló detalles íntimos sobre cómo el cantante se refería a la situación con el SAT. Martínez explicó que, en sus conversaciones, Juan Gabriel solía cuestionar por qué debía pagar impuestos al gobierno mexicano. Según él, el cantante tenía una perspectiva muy particular al respecto.
“Él tenía otra versión que me causaba más… Yo le decía ‘hay que pagarle a Hacienda’ y me contestaba: ‘Pero si Hacienda nunca me ha prestado a mí dinero, ¿por qué le voy a pagar?’”, relató Martínez. Esta declaración resalta cómo Juan Gabriel, a pesar de las irregularidades fiscales, no veía el proceso de pago de impuestos como una obligación natural, sino como algo que no entendía del todo.
Para el «Divo de Juárez», la idea de pagar impuestos era difícil de aceptar, especialmente considerando su visión de la música como una forma de enriquecer a las personas con su arte. Desde su perspectiva, él estaba ofreciendo un servicio invaluable al público, llevando alegría a miles de personas con su música, lo que, en su opinión, lo ponía en una posición especial frente al fisco.
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